miércoles, 7 de marzo de 2012

Alimentación en la Antigüedad

LOS ALIMENTOS DE LA ANTIGÜEDAD

La agricultura, la ganadería, la panificación y la industria láctea fueron pilares del desarrollo 
alimentario desde la Antigüedad hasta nuestros días. En las riberas del Mar Caspio, hace 6.000 años 
tuvieron lugar los primeros cultivos. Siguieron las altiplanicies de Irán y las riberas del río Indo, 
hasta el delta del Nilo. Los sistemas de riego mediante canales en Asia Oriental y los cultivos de 
Mesopotamia y Egipto dieron el soporte para el asentamiento de esos pueblos, que no habría sido 
posible de no contar con un sustento regular y previsible. 
El sistema de la Creciente Fértil del Nilo abarcaba Egipto, Palestina, Siria y Mesopotamia hasta el 
valle del Indo, siendo el trigo y la cebada sus primeros productos. Estas tierras fueron utilizadas 
también para proveer lechuga, cebollas, nabos, pepinos, guisantes y berenjenas. 
El hombre del período postglacial aprendió a tostar el grano sobre piedras calientes, que era luego 
mezclado con agua para formar una pasta, posteriormente recalentada sobre carbones encendidos 
hasta cocinarse, formando una hoja resistente. Durante centurias productos de este tipo alimentaron 
al hombre. Cuando los granos escaseaban se recurría a la harina proveniente de la molienda de 
frutas secas. Más tarde, 5.000 a 4.000 aC, llegó el pan fermentado, atribuido a los egipcios quienes 
dejaron fermentar la masa y luego la cocinaron al horno, descubriendo que sus propiedades 
mejoraban con este tratamiento. A partir de este momento se afirmó la supremacía alimentaria del 
trigo sobre la cebada, que no tiene propiedades panificantes. 
La posibilidad de moler el grano y acopiar la harina permitía reservarla para épocas de escasez de 
carnes y verduras, lo cual dio cambio direccional a la historia alimentaria de la humanidad dándole 
a los cereales un lugar central en la alimentación humana. 
La domesticación del ganado vacuno se inició hacia el año 4.000 a 3.000 en las colinas de Palestina 
y del Líbano, en las cuales crecía una vegetación apropiada para su alimentación. No sólo era 
imprescindible alimentar al ganado sino también evitar que éste estableciera competencia 8
alimentaria con el hombre. Cuando por razones climáticas la pastura disminuía era necesario 
sacrificar al ganado. Era ese momento en el cual la disponibilidad de cereales o sus harinas 
demostraban sus ventajas, proveyendo sustento. El desarrollo de las técnicas de salado y ahumado, 
hacia el año 1.000 aC, permitieron la conservación de las carnes por largo tiempo.  

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